De Xian al desierto del Taklamakán, siguiendo el mítico recorrido
Tomado de National Geographic
Las caravanas de la Ruta de la Seda bordeaban este inmenso desierto (270.000 km cuadrados) en su viaje entre Xian y la costa del Mediterráneo.
Desde 1980 hasta hoy, se han desenterrado 8.000 soldados, 130 carros de combate y hasta 600 caballos de terracota.
Xian
La Pagoda de la Gran Oca, erigida por niveles, sigue el estilo arquitectónico de las estupas de la India. Data del siglo VII.
Fuente de la luna creciente
Esta laguna en medio del desierto es una agradable escapada desde Dunhuang, a solo cinco kilómetros.
Turfán
El minarete de Emin, de 1778, se eleva a poca distancia de viñedos que producen las uvas más dulces de Asia.
Nalati
En un altiplano al norte del Taklamakán, a 500 km de Urumqi, los prados de Nalati sorprenden por su verdor. Los nómadas kazajos los frecuentan desde hace siglos.
Lago Karakul
Última etapa de la Ruta de la Seda en China, se localiza a 160 km de Kashgar a través de la carretera del Karakorum.
Kashgar
El bazar es un punto de encuentro de los pueblos de Asia Central desde tiempos de la Ruta de la Seda.
Mausoleo de Abakh Hoja
La obra arquitectónica más relevante de Kashgar guarda un gran parecido con las mezquitas iraníes y uzbekas.
Resumen de la ruta:
La gran travesía desde Xian
1 Xian. Conserva las murallas y templos de su época como capital imperial. A 28 km se sitúa el yacimiento de los Guerreros de Terracota.
2 Dunhuang. La ciudad es un referente de la actual Ruta de la Seda por el lago de la Luna Creciente y las cuevas de los Mil Budas de Mogao.
3 Taklamakán. Este inmenso desierto estaba rodeado de ciudades oasis. En el siglo XIX se descubrieron vestigios y manuscritos milenarios.
4 Turfán. En su bazar convergen las numerosas etnias de la región, que venden todo tipo de productos, incluidas las suculentas uvas de la zona.
5 Kashgar. El mausoleo del Abakh Hoja está decorado con mosaicos.