La palabra “posada” proviene del vocablo griego katályma que significa albergue u hospedaje. El origen de esta tradición se debe al culto de la Iglesia Católica Romana, previa a la Navidad, que consiste en nueve rosarios que van del 16 al 24 de diciembre, llamados en conjunto novenario, y que simboliza el viaje de la Sagrada Familia desde Galilea hasta Belén, y los 9 meses de la gestación de Jesucristo.
A este novenario se le adicionaron tradiciones y celebraciones no religiosas dando origen a la tradicional Posada Mexicana. En 1587, fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V la bula autorizando la celebración en el Virreinato de la Nueva España de unas Misas, llamadas de aguinaldo del 16 al 23 de diciembre y que se realizarían en los atrios de las iglesias. Junto con las misas se representaban escenas de La Navidad. Luego de la Misa se realizaban festejos con luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos.
En el siglo XVIII, la celebración, aunque no dejó de realizarse en las iglesias, pasó a tomar más fuerza en los barrios y en las casas, y la música religiosa fue sustituida por el canto popular.
Sin duda es una de las festividades que más se celebran en México, en la cual siempre existe una unión familiar y un ambiente de alegría con la famosa “piñata” llena de dulces (paletas, chicles, frituras) y/o frutas (cañas, naranjas, cacahuates).