De regreso a la Ciudad de México, sobre la carretera 57D, y a 45 minutos aproximadamente del centro de San Luis Potosí, se encuentra el poblado de Santa María del Rio, cuna del rebozo.
La entrada es un arco pintoresco y la llegada al centro es un poco laboriosa, ya que las calles son muy angostas para doble tránsito de autos y les falta saneamiento, hay subidas, topes sin pintar, bajadas inclinadas y falta señalización, pero preguntando a los locales, puedes llegar fácilmente al centro, para ver los famosos rebozos.
El kiosco tiene una pequeña torre con un reloj por las cuatro caras y una escultura emulando un águila en vuelo sobre una placa con el escudo nacional. Es pintoresco, alegre y semicálido. Alrededor, se encuentran múltiples tiendas que ofrecen una gama muy amplia de rebozos.
El rebozo es una prenda de vestir resultado del mestizaje, puede tener diferentes medidas, tamaños, estilos, colores, diseños y rangos de precios. Los rebozos más apreciados son aquellos que han sido completamente bordados en telar y que tienen diferentes diseños y más de un color. Existen más de 50 formas de usar el rebozo y requiere práctica lograr usarlo correctamente.
El rebozo puede ser de seda, lana, articela o algodón y sus precios varían desde $140 pesos hasta $3,000 pesos, cuando son rebozos tejidos en su totalidad en telar de cintura, técnica prehispánica y que al usarlos se agitan sus múltiples flequillos. Existen tiendas en donde encuentras rebozos que alcanzan hasta los $40,000 pesos. También ofrecen las típicas cajitas de madera tallada en diferentes medidas y formatos para guardar tu rebozo.
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