Los viajes son el excelente pretexto para llenarse de aprendizajes y descubrir nuevas facetas de sí. Por ello, ir de vacaciones en Grecia resulta ser la opción ideal: es un sitio de playas paradisíacas e historias mitológicas increíbles. En especial cuando se trata de recorrer las islas griegas, descubrir rincones prodigiosos y, sobre todo, gozar de una gastronomía griega típica.
Un viaje a Grecia necesita ser una experiencia única y exclusiva. No basta googlear “Qué visitar en Grecia”, “Qué hacer en Grecia” o “Restaurantes en Grecia”. Se necesita ir un paso más allá de lo tradicional para garantizar unas vacaciones en Grecia exclusivas e inolvidables. De ensueño, sin más.
Grecia en barco, garantía de unas vacaciones inolvidables
Olvidando las peripecias de los hoteles y las largas (como calurosas) horas en un coche, alquilar un barco en Grecia podría convertir las vacaciones en únicas. Es decir, navegar por los mares griegos ofrece la posibilidad de alcanzar sitios con una entrada exclusiva en barco, el ahorro en planificación y económico de hoteles, y la increíble posibilidad de conocer distintos tipos de comida griega según sus zonas o islas.
¿Qué podría mejorar en unas vacaciones que una comida, unos platillos suculentos de productos locales recién cosechados y pescados y un vino curado por monjes de la zona con una receta milenaria, gozando de los rayos del sol y la frescura del Mar Mediterráneo?
Es una experiencia que, sin lugar a duda, no sólo permite entrar en contacto directo con la naturaleza que dio vida a la cultura occidental, sino también deleitarse con los placeres más básicamente extraordinarios de la vida.
Un día en el mar de vinos y comida griega
Elegir un buen vino de Grecia
Grecia es, sin lugar a duda, una de las regiones vitivinícolas más antiguas en el mundo. Por tanto, los vinos de Grecia cuentan con una reputación internacional de gran calidad. Y en cada zona, varía la variedad de la cepa y producción.
En las islas griegas predominan vinos dulces.
Principalmente en zonas vitícolas como Cefalonia, Samos, Paros, Santorini, Rodas, Skiathos y Creta. Es decir que mientras en las islas Santorini se produce más un vino blanco seco con aromas a cítricos de uvas assyrtiko, en las islas Cíclidas los vinos suelen ser más aromáticos y con un alto contenido de alcohol con uvas Aidani.
En toda la Periferia de Peloponeso, como en Argo, Kalamata y Patras, las uvas suelen contener una alta complejidad aromática – principalmente las uvas agiorghitiko y xinomavro. Es más, suelen tener descubrir notas aromáticas de grosellas, especias, aceitunas y tomates secos.
Y ya dirigiéndonos hacia Rodas y Creta, las uvas más producidas son las amorgiano o mandelaria. En realidad, estas cepas son el centro de atención de este lugar.
Finalmente no se puede olvidar el vino artesanal que los monjes continúan haciendo con una receta ancestral en Skiathos, la isla en donde fue grabada la película musical de Mamma mia! (2008).
Cocinar comida tradicional griega en barco
Si bien es un must ir a restaurantes locales a probar “como Dios manda” comida tradicional griega, hay ocasiones en que cocinar recetas inspiradas en la gastronomía griega puede llevarnos al cielo. En especial si, al llegar a un puerto de las islas griegas, es posible visitar una tienda local para comprar los víveres más naturales e indispensables. Desde productos como carne (de cerdo o ternera), pescado, pan, frutas y verduras hasta pasta para cocinar empanadas.
Se trata de aprender de la gastronomía griega desde sus raíces, con los productos locales y sin alteraciones posibles. Incluyendo alimentos que se pudieron pescar por sí mismo. Es más, ¡hasta con la posibilidad de aclarar dudas con los cocineros locales! En especial con recetas de salmones (barbounia), pargo (fargi), lubinas (lithrini), calamares fritos (llamados kalamarakia tiganitá), pulpo a la brasa (jtapodi sta kárvouna) y langostas (astakós); souvlaki o brochetas de carne de cerdo o res, con trozos de cebolla, jitomate y pimiento verde; salata joriátiki o una fresca ensalada griega con jitomate, pepino, pimiento verde, cebolla, aceitunas, queso feta, aceite de oliva (¡el mejor en todo el Mediterráneo!), sal y orégano; dolmadakia u hojas de parra rellenas de arroz y carne, servidas con salsa de huevo y limón; entre muchos platillos más.
Grecia, sinónimo de unas vacaciones inolvidables
Algo característico de este país tan milenario es su sabiduría. Es decir, buscar la felicidad y el placer en la pureza de las situaciones. Es como si en Grecia, lo único que importara es disfrutar del aquí y ahora en los atardeceres más hermosos del planeta. Estar ahí, sin más, junto con una copa de los vinos más exquisitos y la increíble sensación de que todo, absolutamente todo, está bien.
Autora: Marta Beaumont, de TSCH