Las importaciones representan aproximadamente el 70% del consumo en México. Los mayores proveedores de vino son España, Francia y Chile, en términos de volumen.
Algunos fabricantes de vino antes dirigían sus esfuerzos de comunicación hacia hombres de mediana edad con un perfil socio-económico medio-alto y alto, ahora están introduciendo algunos vinos con un nivel de precio más accesible y una buena ecuación de precio-calidad, dirigidos a un mercado más joven.
El vino mexicano y su región vitivinícola están experimentado un fuerte auge a pesar de que los mexicanos no consumen vino como parte integral de su cultura o estilo de vida diario.
En el país existe una cantidad importante de marcas (más de cuatro mil etiquetas) aunque muchas son nuevas. De hecho, se estima que 33% de las etiquetas vendidas son recién incorporadas al mercado, es decir, se sustituyen rápidamente unas a otras; sin embargo, no son las empresas nacionales las que dominan este mercado. La baja potencia que poseen éstas, ha sido tomada como una “oportunidad para las empresas extranjeras”, quienes son generadoras del 70% del vino que se consume en México.