El 12 de junio de 1817 nació la bicicleta. Situada al suroeste de Alemania, la ciudad de Manheim fue donde tuvo su origen este medio rodante atractivo por demás y cada día más en voga. El barón Karl von Drais es el inventor oficial de la bicicleta y cuyo objetivo principal fue responder a diversas crisis de su época.
“La idea principal del invento surgió del patinaje en el hielo”, dijo Drais en una frase que recoge la exposición y que se dice que es prácticamente la única que da pistas sobre las reflexiones de tipo técnico que hizo antes de su invento, al que dio el nombre de Laufmaschine (máquina andante), considerado el primer prototipo de la bicicleta.
Constaba de una rueda trasera y una delantera unidas con un cuadro de madera, un sillín y un manubrio con el cual el conductor se impulsaba con los pies en el suelo y se dejaba rodar. Drais efectuó ese día el trayecto de ida y vuelta entre Mannheim y la vecina Schwetzingen, unos 14 kilómetros, en menos de una hora y a mayor velocidad que una diligencia.
El velocípedo, también conocido como Draisina, no le deparó éxito comercial, pero Drais dejó de legado la idea de dos ruedas impulsadas por la fuerza muscular que conquistó el mundo de forma paulatina.
De acuerdo con el artículo publicado en EFE.COM escrito por Rodrigo Zuleta: “El invento venía en un bueno momento porque a comienzos del siglo XIX había un problema con los precios de la avena, debido a malas cosechas, que había encarecido la alimentación de los caballos.
La situación se agravó con la erupción del Tambora, situado en lo que hoy es Indonesia, que tuvo repercusiones climáticas globales, con heladas que afectaron las cosechas en todo el mundo.
Por del Tambora, 1816 fue llamado incluso el año sin verano, y hubo hambrunas en todo el mundo. Cuando la catástrofe se atenuó, mucha gente se había comidos sus caballos.
Los caballos eran el medio de transporte clave de la época y aunque desde décadas antes se había empezado a experimentar con vehículos a vapor estos eran demasiado costosos y demasiado pesadas y no eran aptos para la vida diaria y para el transporte de cargas pequeñas.
En esas circunstancias, el invento de Drais se expandió relativamente rápido. Una prueba de lo anterior es que en varias ciudades -en Mannheim en 1817, en París en 1818 y en Londres, Nueva York, Filadelfia y Calcuta en 1819- se prohibió expresamente transitar en bicicleta por las aceras.
Sin embargo -y pese a que Drais había patentado su invento en París- eran plagios que no le reportaron beneficio económico alguno al inventor.
El auge duró una década hasta que, después de la normalización de las cosechas aumentó otra vez el número de caballos. Después el invento de Drais cayó durante décadas en el olvido.
En 1867 Pierre Michaux presentó, en la exposición universal de París, una bicicleta con pedales que causó euforia y desató el segundo auge del invento que Drais ya no pudo ver.
Años más tarde, en 1879, el británico Henry John Lawson inventó la propulsión por cadena para la rueda trasera y en 1885, su compatriota John Kemp Starley patentaba la primera bicicleta con un sistema de cadena integrado a las dos ruedas, frenos y gomas con cámara de aire desarrollados por el irlandés John Boyd Dunlop. Así se convertía la bicicleta en un medio de transporte masivo.
Este año, el gobierno alemán -con motivo del segundo centenario de la invención de la bicicleta- destinará 25 millones de euros a la construcción de ciclovías rápidas. Al Club Alemán de la Bicicleta (ADFC) le parece demasiado poco y cree que se necesitan 250 millones.”
Fuente: http://www.efe.com/efe/america/gente/alemania-celebra-los-200-anos-del-invento-de-la-bicicleta/20000014-3232793; http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2017/06/10/ciudad-que-la-vio-nacer-hace-200-anos-celebra-a-la-bicicleta